UD-BLOG-44-Junio-2025

Más que autos: alternativas de transporte para una mejor ciudad

Por Ángel Preciado Domínguez

Hermosillo, como muchas ciudades mexicanas, ha crecido con una lógica centrada en el automóvil. Lo vemos en sus bulevares amplios, banquetas reducidas y una movilidad que prioriza al coche por encima de otros medios. Pero esta visión tiene consecuencias: congestión, contaminación, desigualdad en el acceso a la ciudad y una infraestructura pública cada vez más orientada al vehículo particular.

Hoy más que nunca, necesitamos hablar de alternativas de transporte. Diversificar la forma en la que nos movemos no es solo una cuestión de eficiencia urbana, sino también de calidad de vida, equidad y sostenibilidad. Además, es un tema de derechos: todas las personas deberían poder desplazarse de forma digna, segura y eficiente.

En una ciudad con altas temperaturas como Hermosillo, contar con opciones cómodas y eficientes para moverse es fundamental. Sin embargo, cuando el auto particular o una aplicación de transporte privado son prácticamente las únicas alternativas, se generan problemáticas claras:

  • Hermosillo es una de las ciudades con mayor crecimiento del parque vehicular en el norte del país (INEGI, 2023).
  • Está dentro del top 3 nacional en accidentes de tráfico (Hermosillo ¿Cómo Vamos?, 2024).
  • El transporte urbano contribuye al aumento del 25% de emisiones de CO₂ en zonas urbanas mexicanas (SEDEMA, 2022).
  • Muchas familias simplemente no pueden costear un automóvil propio.

Contar con una red de transporte público rediseñada, infraestructura segura para bicicletas y peatones, así como la incorporación de nuevos métodos de transporte, permitiría que más personas puedan moverse sin depender del coche. Eso construye una ciudad más equitativa y segura. Ciudades como León o Guadalajara han demostrado que avanzar en este sentido es posible. Hermosillo también puede lograrlo, si se prioriza en políticas públicas y se realiza la inversión adecuada.

El cambio climático ya está impactando a nuestras ciudades, y Hermosillo no es la excepción. En 2024, la ciudad vivió una de las olas de calor más largas de su historia (CONAGUA, 2024), y las proyecciones indican que estas condiciones irán en aumento año con año. Una movilidad dependiente del auto nos hace más vulnerables: a los altos costos de combustible, a apagones, y a la falta de sombra y áreas verdes en nuestro espacio público.

Una ciudad con múltiples formas de moverse es también una ciudad más resiliente. Esto no solo reduce su huella de carbono, sino que mejora la salud urbana y la calidad del espacio público. Por ello, es urgente impulsar acciones como:

  • Diseñar calles completas, que consideren todos los modos de movilidad.
  • Priorizar la inversión en transporte público eficiente y ciclovías.
  • Rehabilitar banquetas con sombra, conectividad y accesibilidad universal.
  • Estimular el uso de modos sostenibles con incentivos y campañas.

Pero nada de esto funcionará sin un cambio cultural. Apostar por alternativas de transporte implica imaginar una ciudad donde el coche no sea el centro de todo, sino donde las personas —especialmente los peatones— sean la prioridad.

Hermosillo necesita moverse mejor. Y ese cambio comienza con replantear nuestro paradigma de ciudad: dejar atrás la dependencia del auto y abrir paso a una movilidad más diversa, humana y sostenible.

Autor:

Arq. Angel Preciado

Arquitecto, entusiasta del urbanismo y el ordenamiento territorial. Cofundador del despacho de urbanismo y arquitectura UrbanDot.mx

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