El valor de nuestros espacios-Las escuelas
Por Angel Preciado Domínguez
Un día, todo es juegos y diversión, luego de la noche a la mañana, te enteras de que el lunes comienzas la escuela. Es ese espacio donde los educadores dedican horas para impartir sus conocimientos y moldear el futuro de cada ciudad. A medida que el tiempo avanza, el mismo joven se convierte en un adulto joven, elige una carrera profesional para seguir y contribuye al crecimiento de nuestras ciudades. Es por eso que, en esta ocasión, estamos hablando de las escuelas.
Si nos tomamos un momento para reflexionar, en promedio pasamos 1/8 de nuestra vida en la escuela, invirtiendo ese tiempo en educarnos hasta obtener un respaldo legal que valide nuestra profesión elegida. A veces, este tiempo se extiende aún más debido a circunstancias particulares, ya sea que nos especialicemos más en nuestro campo, sigamos un máster o doctorado, emprendamos otro programa de licenciatura o nos dediquemos a la enseñanza. En estos casos, el tiempo pasado en las escuelas se vuelve más significativo y el impacto de ese entorno en nuestras vidas se vuelve aún más pronunciado.
Las escuelas se componen espacialmente de aulas, áreas recreativas al aire libre, espacios versátiles, baños, oficinas administrativas y por supuesto, el lugar al que muchos solían frecuentar: la «tiendita/cafetería». Estos son los espacios que normalmente se encuentran en una escuela.
Una vez que las escuelas anuncian el inicio o el reingreso de clases en esta época del año, el tráfico de vehículos privados aumenta, lo que lleva a tiempos de viaje más largos. La demanda de transporte público aumenta, a veces abrumando el sistema y causando que los estudiantes lleguen tarde. La venta de útiles escolares aumenta, al igual que la disponibilidad de comida, a menudo de naturaleza «poco saludable», para los estudiantes al salir de la escuela.
Por lo tanto, la presencia de una escuela (en cualquier nivel educativo) cerca de nuestros alrededores conlleva un impacto urbano significativo, con sus pros y contras. Sin embargo, diseñar y planificar adecuadamente su ubicación y enfoque (dadas sus variaciones) es una tarea considerable, especialmente considerando la proliferación de escuelas privadas. Dicho esto, el valor y el impacto sustanciales de las escuelas desde una perspectiva personal tienden a ser subestimados. Para reevaluar su enfoque, su planificación debería considerarse como una parte fundamental de una población, especialmente al elegir un lugar para la construcción de una escuela.
Autor:
Angel Preciado Domínguez
Arquitecto, entusiasta del urbanismo y el ordenamiento territorial. Cofundador del despacho de urbanismo y arquitectura UrbanDot.mx