¿Dónde juegan los niños?: la falta de espacios seguros y accesibles
Por Angel Preciado Domínguez
En las ciudades mexicanas, salir a jugar o disfrutar tranquilamente del aire libre se ha vuelto cada vez más complicado. Vías inseguras, falta de espacios públicos de esparcimiento y ocio, fraccionamientos cerrados y un crecimiento urbano desordenado han cambiado la dinámica del día a día. Hoy, cuando queremos ir al parque, ya no basta con caminar unas cuadras: es necesario trasladarse en transporte público o en automóvil. Esto, a largo plazo, modifica la psicología del ciudadano, que termina por optar por quedarse en casa, viendo contenido en sus dispositivos y ordenando comida desde una app, todo para evitar salir.
Sin embargo, cuando un niño quiere jugar en el exterior, ¿dónde lo hace? ¿No debería el espacio urbano también estar pensado para ellos?
Jugar no es solo una actividad recreativa: es una necesidad no escrita, esencial para el desarrollo físico, emocional y social de la niñez. Al jugar, los niños se desconectan del mundo cotidiano y dan paso a un universo lleno de creatividad, imaginación y emociones. Basta una pelota en las manos para activar su cuerpo y su entorno. Pero en muchas ciudades, los parques son escasos o están en mal estado. Muchas colonias carecen de banquetas continuas, pasos seguros o zonas tranquilas donde los niños puedan explorar sin exponerse a riesgos.
¿Qué se necesita entonces? Que los espacios públicos cuenten con infraestructura y mobiliario urbano en buen estado, así como áreas verdes funcionales y accesibles, lo que también beneficia al ecosistema y mejora el clima urbano. Pero igual de importante es el trayecto hacia esos espacios. Las vialidades y el transporte público deben formar parte de un entorno seguro que motive a las personas a moverse a pie, en bicicleta o en el transporte público.
En la planeación urbana, las dependencias gubernamentales deben tener siempre en cuenta que no se trata solo de diseñar un área específica, sino de pensar en todo lo que conlleva crear un equipamiento urbano vital para las memorias colectivas. Porque al final del día, todos fuimos niños, y alguna vez jugamos en un parque. Esos espacios nos esenciales, y también deben estar ahí para las futuras generaciones.
Autor:
Arq. Angel Preciado
Arquitecto, entusiasta del urbanismo y el ordenamiento territorial. Cofundador del despacho de urbanismo y arquitectura UrbanDot.mx